El Reino de los Desechados — Capítulo 1 — Nacimiento en la Grieta
No hubo luz en el comienzo, solo la presión de la roca y el rumor de lo que bulle bajo la piel del mundo. El infierno no nace entre fuegos eternos, sino en la negrura más profunda, allí donde los dioses olvidaron mirar y el dolor adquiere forma. Y allí, en la grieta más honda y perdida, algo despierta. Al principio, solo hay sensación. Un estremecimiento de carne sobre carne, como si el propio abismo sudara sueños rotos y se los pegara a la piel. No hay cuerpo todavía, solo conciencia de ser arrastrado, arremolinado, modelado por fuerzas demasiado antiguas para tener nombre. Seimel–todavía sin nombre, solo un fulgor débil atrapado en el lodo– siente primero el frío. Es un frío sin memoria, sin consuelo, el frío de los espacios vacíos que preceden a la creación. Después llega el peso, la densidad de la roca presionando contra su no-cuerpo, y, finalmente, la humedad de una sangre que no es sangre, sino lava oscura que palpita en venas secretas. Escucha antes de ver. El mundo c...